El don de la palabra
Hace unos meses mis sueños se materializaron, mis sueños que también eran los sueños de mis 30 compañeros de aula. Fuimos la primera graduación de la Universidad Central de Las Villas, juntos compartimos momentos agradables, reímos, lloramos, discutimos, pero también juntos aprendimos a amar al periodismo.
En septiembre dejamos de ser estudiantes para convertirnos en periodistas. Desde ese justo instante somos consejeros, confesores, maestros, psiquiatras, historiadores. Hemos sido arquitectos, electricistas, diputados, ferroviarios, barrenderos. Hemos alentado a quien confió en nosotros sin conocernos. No hemos sido Dios, solo unas periodistas principiantes que pretenden estremecer las conciencias dormidas.
Ser periodista es volver a ser niño, siempre con los ojos abiertos y llenos de asombro; y tener voz y dar a conocer los criterios de los demás. Mientras busco adjetivos para mi profesión me acompañan los apuros cotidianos para que las noticias lleguen a tiempo, las carreras para conseguir la información, los amigos que hemos encontrado en estos meses. Los regaños porque son las 11 y 30 de la mañana y estamos editando los trabajos. Pero también hemos encontrado el apoyo incondicional de un colectivo que siempre nos alienta, nos estimula a seguir buscando y no dejarnos rendir.
En estos meses hemos comprobado que cada día aprendemos cosas nuevas y trabajar en esta emisora nos ha abierto las puertas al periodismo, al trabajo, a la vida. Cuando comenzamos a trabajar muchos oyentes se interesaron en descubrir quienes eran esas voces nuevas, hoy seguimos siendo las recién graduadas con temores y dudas, pero estamos aprendiendo a crecer o mejor estamos creciendo junto a los latidos de nuestra ciudad .
No importa cómo vayamos vestidas o adonde vamos siempre seremos las periodistas y también siempre actuaremos y pensaremos como periodistas. En este tiempo hemos ganado vida, hemos madurado, hemos comenzado a ser periodista y hemos aprendido a soñar y vivir con las palabras.
Llegue mis felicitaciones a todos mis profesores mis compañeros de aula y todos los periodistas villaclareños, en el día de la prensa cubana, pero en especial a mi colega Lisdey por acompañarme a emprender este camino que aún nos falta mucho por recorrer.